El papel de la Dirección financiera en la Pyme ante la concentración bancaria

Uno de los roles de la Dirección Financiera en toda empresa y por consiguiente también en las Pymes, es asegurar la financiación para el desarrollo normal de sus operaciones e inversiones. La decisión de usar financiación propia o ajena no es siempre posible en una compañía, pero la imposibilidad de la Pyme de acudir a los mercados de capitales emitiendo deuda propia (bonos, obligaciones, etc…) y teniendo en cuenta que el accionariado de ésta suele ser familiar o unipersonal y no siempre se cuenta con capital para incrementar la financiación con recursos propios, hace que la dependencia del sector bancario sea mayor.

                La concentración bancaria iniciada con la crisis financiera de 2008, lejos de terminar, vemos que sigue incrementándose. Muchas localidades cuentan ya con apenas dos o tres entidades, algunas incluso carecen de oficinas bancarias y esta situación va a verse agravada con la reciente adquisición de Banco Popular por parte del Santander. Por otro lado, el objetivo de la autoridad bancaria europea de que la concentración bancaria fuese aparejada de una internacionalización de las entidades que permitiera abrir nuevos mercados a éstas, facilitando la competencia, no se está produciendo más allá de las capitales y grandes ciudades donde sí podemos encontrar sucursales bancarias extranjeras.

                Debemos tener en cuenta que la situación actual de tipos hace que las entidades bancarias estén facilitando algo más la financiación. La mejora de la situación económica es un aliciente más para incrementar el volumen de crédito, pero sobre todo, el reducido margen de las operaciones es el que está haciendo que las entidades de crédito tengan que suavizar las exigencias a la hora de invertir su liquidez para que ésta no quede ociosa en sus balances o incluso penalizada por el BCE.

                Pero no debemos olvidar que la situación actual de tipos de interés es extraordinaria y pasajera. Los analistas ya vislumbran a medio plazo una subida de tipos que hará que los márgenes de las entidades crezcan y no sea necesaria la rotación actual de sus pasivos. En esta situación, las Pymes con estados financieros débiles y reducidas garantías van a ver como el acceso a la financiación va a antojarse complicado y la concentración de la oferta bancaria que se reduce ya a cinco o seis entidades de gran tamaño, que se reparten prácticamente el 75% del mercado, cierran las posibilidades de llamar a las puertas del crédito.

Las Pymes con estados financieros débiles y reducidas garantías van a ver como el acceso a la financiación va a antojarse complicado

Por ello, ahora más que nunca, las Pymes deben empezar a preocuparse por su gestión financiera, calcular sus necesidades de financiación de circulante, incrementar fondos de maniobra que hagan que sus necesidades de recursos a negociar sean menores, asegurar sus inversiones a largo plazo y establecer planes de contingencia para una posible reducción de las ventas o del crédito bancario.

                En empresas de reducido tamaño que no pueden permitirse la figura del director financiero, las situaciones descritas más arriba suelen llevar a periodos de serias dificultades y en última instancia la desaparición de la compañía. Para estos casos existen profesionales independientes que, a tiempo parcial, pueden ayudar al empresario a detectar problemas financieros con la suficiente antelación para buscar soluciones a los mismos.  Una revisión de las cuentas de forma periódica, la elaboración de presupuestos, una buena comprensión de nuestra estructura de costes y el establecimiento de sistemas de control fáciles de seguir y comprender por parte de empresario, puede ser suficiente para que el esfuerzo y trabajo diario no se tire por tierra por una mala gestión de las finanzas.

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